China crece, crece, crece y no para de crecer. El problema reside en que para mantener este fuerte crecimiento económico se necesitan ingentes cantidades de recursos naturales…. ¿Solución? --- ¡ÁFRICA!
En contraposición al gigante chino, se encuentra el continente africano, carece de capital pero dispone de abundantes recursos naturales.
Los países africanos sueñan con seguir los pasos de China, por lo que intentan aplicar su modelo de crecimiento. Además, China colabora sin imponer reformas políticas ni económicas. No como los elevados préstamos recibidos por parte del FMI o del Banco Mundial que como condición mínima exigen instaurar el sistema liberal en el país prestatario.
El investigador congolés Kabunda, subraya que China ha cancelado la deuda bilateral con una treintena de países africanos, ha concedido ingentes con tasas de reembolsos blando, ha construido hospitales e infraestructuras e invertido en sectores poco atractivos pero vitales para el desarrollo.
A cambio, China se benéfica en múltiples sentidos:
- Explotación de recursos naturales:
China se ha convertido en el segundo importador de petróleo africano del mundo (solo por detrás de EEUU). China compra petróleo a Sudán, Libia, Gabón y Angola entre otros. Financia centrales térmicas en Zimbawe a cambio de la explotación de cromo. En Gabón se beneficia de madera, en Sudáfrica de aluminio, en el Congo y Zambia de cobre, en Etiopía de oro, uranio, cobre y carbono…
- Implantación de empresas chinas en África:
Las empresas chinas operan en sectores como la agricultura, las telecomunicaciones (ampliación de las redes de comunicación), construcción (construcción de hospitales, autopistas…) o en formación.
- Venta de los productos “Made in China”:
Esta tipología de productos destaca por su bajo precio, siendo por ende, más asequibles.
- Ventas militares:
China vende componentes militares a un gran número de países, entre ellos Chad, Sudán y Nigeria.
A pesar de su lejanía geográfica y de la ausencia de rasgos culturales comunes, la existencia de intereses comunes es suficiente para que se establezca una fuerte unión comercial entre los países africanos y China. China no impone cambios políticos ni económicos, a cambio, se nutre de recursos y potencia su crecimiento.
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