lunes, 20 de junio de 2011

¿Cuáles son las coordenadas capitán?


Uno tras otro pasan los meses y la situación económica del país no mejora, llevamos desde 2007 diciendo que la crisis solo durará un par de años más. Si a alguien le ha dado por contar, la suma empieza a coger tamaño.
Sin embargo, las medidas tomadas son las sacadas de manuales de economía donde se debate a quien hacer caso, si a Friedman o Keynes. Considero que hay que tener en cuenta el pasado para no cometer errores en el futuro, pero hay que dar un paso más allá y ser creativos, transgredir la realidad y observar la situación desde otro punto para poder  obtener soluciones e ideas. 
¿Acaso es tan difícil? Comisionados, grupos de trabajo, reuniones con gurús… mucho ruido y pocas nueces como se suele decir. El desconocimiento y mi juventud puede que me hagan hablar con demasiado atrevimiento, pero en mi opinión, las siguientes medidas son los pilares desde los que la coyuntura actual puede comenzar a cambiar de rumbo.
En primer lugar, el IVA. Se trata de un impuesto indirecto que el empresario se encarga de recaudar en beneficio de las arcas públicas. Pero, si aún no cobraste tus facturas, ¿Por qué debes hacerte cargo de él? La liquidación se debe realizar tras el cobro ya que es en tal momento en el que el empresario ha recaudado las cantidades pertinentes.
En segundo lugar, nos encontramos en un momento de rigidez laboral, ¿Por qué no confeccionar un contrato laboral para jóvenes? Los jóvenes necesitan adquirir experiencia y así, poder emprender con mayores probabilidades de éxito. Una reducción de la cuota a pagar a la seguridad social puede ayudar, más vale un joven contribuyendo poco que recibiendo prestaciones.  
Por último, reducir la cuota mínima de los autónomos, liberándolos de pago en caso de que no se realice facturación alguna. España destaca por su economía sumergida, ¿Por qué no combatirla con el apetitoso manjar de cotizar hoy para obtener una pensión mañana?
¿Iluso? Puede, pero como dice mi madre, el NO ya lo tienes, intentemos cambiarlo pues. España no puede depender eternamente de la construcción y el turismo, debe crecer, y para ello, hay mucho que cambiar.
La picaresca española siempre estará presente, pero como dijo Einsten: “Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”. Démosle un nuevo enfoque, un cambio de dirección puede allanar el camino. 

Alberto Aldao Aldao