Esta pregunta redunda en la cabeza de millones de estudiantes. A punto de finalizar su carrera, tienen que tomar la difícil decisión de seguir formándose, opositar o buscar un empleo.
Sería redundante repasar como está el mundo laboral. Si tienes suerte y encuentras un empleo, adelante. Pero, no sería una sorpresa que permanezcas sin trabajo. Los pocos empleos que se ofertan son para los mejores, y ello incluye idiomas y máster.
Por otro lado, siendo español, no sería de extrañar que quieras opositar. La reducción de plazas es una realidad. Además, quienes ya estudian unas oposiciones, te sacan unos cuantos años de ventaja, así que, piénsatelo antes de embarcarte en tal aventura.
Un economista español, Xavi Martín, siempre dice que en España una mayoría aplastante quiere opositar, el mismo porcentaje que en Estados Unidos quiere crear su propia empresa, dar la vuelta a las ideas y aportar valor de manera distinta.
Para salir de la crisis se necesita gente emprendedora. Fomentar otros sectores que aporten valor añadido a diferencia de la construcción y la hostelería.
La última de las opciones, es continuar formándote cursando un máster. No solo es el networking o el currículum. Un máster crea líderes, despierta motivaciones y te orienta al mundo laboral. Traslada 5 años de carrera a la práctica, a saber comportarse ante determinadas situaciones, a trabajar en equipo, dirigir proyectos y que puedas, por fin, encontrarle una utilidad a todo aquello que has estudiado.
Un máster es un conjunto de experiencias que orientan al estudiante a poder afrontar la vida real y profesional de la forma más eficaz posible.
La decisión es de cada uno, lo más importante es que hagas lo que de verdad te gusta, y si no es así, hacer algo útil de tu vida para que en blanco esté tu cuenta bancaria, pero no tu carrera profesional.
Piénsalo, la vida son oportunidades, cuanto mejor formado estés, más cerca estás de conseguir tus objetivos.
